El tema de la infidelidad es bastante sensible para muchos, ya sea porque estamos o estuvimos de uno u otro lado. Sin embargo, tampoco es un tema que se hable abiertamente por lo mismo. Si bien, todos hemos estado ahí, nos cuesta mucho trabajo afrontar las fibras sensibles que provoca esta palabrita.
Vayamos por partes, si para la RAE Fidelidad es lealtad, observancia de la fe que alguien debe a otra persona. Es obvio que la infidelidad es una “traición” a dicha fe que alguien tiene puesta en nosotros. Misma que viene “junto con pegado” a la destrucción casi total de la confianza por la que día a día se ha trabajado.
Teniendo claro qué es la infidelidad, sería bueno preguntarnos el por qué de la misma, acaso la infidelidad se da cuando se pierde el interés y/o amor hacia nuestra pareja (sea novio/a o esposo/a)? Lo dudo, existen varias excusas por parte de los “infieles” sobre sus actos. Unos opinan que ésa es su naturaleza, que les gusta mucho el sexo opuesto; otros opinan que “se les hizo fácil”, otros aunque nos sorprenda dicen no saber el por qué lo hacen.
Cabe señalar que yo no estoy de acuerdo con ninguna de esas, pero tampoco las juzgo.
Yo creo que el problema más importante de la infidelidad es el egoísmo e individualidad con la que actuamos. Si nos detuviéramos a pensar que basándonos en una relación donde existen igualdades de circunstancias y derechos. Los miembros de la pareja tienen el mismo derecho de hacer o de actuar, y que, si uno hace una cosa, el otro tiene el mismo derecho de hacer lo mismo. Yo considero que muchos se pensarían dos veces antes de cometer una infidelidad. Bien dice el dicho “no hagas a los demás lo que no te gustaría que te hagan”.
Poniendo en pausa un poco esta última reflexión, vamos “desmenuzando” el tema de la infidelidad. A mi parecer, existen 3 tipos de infidelidades (ninguna justificable, insisto).
1. La infidelidad casual (mejor conocida como el one night stand).-que consiste básicamente en un acto cometido bajo los efectos de algún estupefaciente. Sucede sin darte cuenta y sin pensarlo mucho.
2. La infidelidad premeditada.- que como bien lo dice su nombre, es algo que planeas con tiempo con toda la alevosía y ventaja.
3. La infidelidad prolongada.- que es cuando se cae en tener una relación emocional y/o meramente sexual con otra persona al mismo tiempo que con tu pareja.
Teniendo claras estas clasificaciones, ahora te pregunto… perdonarías una infidelidad? Seguramente me contestarías “depende de cual de las 3 sea”. Y qué me contestarías si te digo que eso no importa? Que sea cual sea la infidelidad, la naturaleza es la misma. Existe una TRAICION a la confianza, a la fe que la otra persona te tiene. Ahora, también te pregunto, una vez que hayas perdonado una infidelidad porque tu argumento es que se quieren y que se aman como locos y que harán lo posible por salvar su relación. Qué te da la seguridad de que esto volverá a suceder? De verdad puedes recuperar toda la confianza que le tenías? Meterías las manos al fuego de que no lo hará? Esto me recordó una frase, creo que la escuché en el programa de Friends “Once a cheater, always a cheater”.
Creo que una vez que la infidelidad entra en una pareja, se vuelve como en un cáncer para los dos, ya que para el que la cometió, si tiene un poco de conciencia o vergüenza, le costará muchísimo perdonarse dicha falta, o también existen los casos en los que les importa un pepino y hasta juzgan de “verdugos exagerados” a sus parejas. Por el otro lado, al que le toca el rol de ser el engañado esta situación se vuelve en un fantasma recurrente, a algo al que se le teme de una manera inexplicable.
La infidelidad vista desde una persona “traicionada” es un golpe durísimo y no solamente a la confianza, ésta afecta a la autoestima, a la fe, a la comunicación, a TODO! Un millón de dudas rondan por la cabeza, día y noche… tengo la culpa? Qué me faltó? Ella o el le gusta más que yo? Ya no me quiere? Ya no le gusto? Ya no le atraigo? Y muchísimas preguntas más. Es muy común el querer asumir parte o la totalidad de la culpa de dicha infidelidad. Pero, que creen? Sea como sea que ésta haya ocurrido, el único responsable de la misma es el infiel.
Por qué? Ok, aquí va mi punto de vista. En la vida, abundan oportunidades para ser infiel, obvio, se siente padre que alguien más te hable bonito o de reconocimiento a cosas que a lo mejor tu pareja ya no nota. Pero, consideras que esto justifica para cometer cierto acto? Es aquí cuando hago referencia a mi comentario anterior del egoísmo e individualidad. Es súper fácil actuar excusándote en “tus necesidades” pero… y las de tu pareja? Vale la pena causarle dicho daño?
La infidelidad es una traición, si, por supuesto que sí! Pero no solamente para nuestra pareja, sino a nosotros mismos.
Debo aclarar que esto sólo es mi punto de vista, ya es muy respetable las decisiones que tomes en tu vida y sobre todo, espero de todo corazón que las hagas responsablemente.
Saludos!
Dar confianza es una prueba de valentía; ser fiel, una señal de fuerza.
(Marie Von Ebner-Eschenbach)
Vayamos por partes, si para la RAE Fidelidad es lealtad, observancia de la fe que alguien debe a otra persona. Es obvio que la infidelidad es una “traición” a dicha fe que alguien tiene puesta en nosotros. Misma que viene “junto con pegado” a la destrucción casi total de la confianza por la que día a día se ha trabajado.
Teniendo claro qué es la infidelidad, sería bueno preguntarnos el por qué de la misma, acaso la infidelidad se da cuando se pierde el interés y/o amor hacia nuestra pareja (sea novio/a o esposo/a)? Lo dudo, existen varias excusas por parte de los “infieles” sobre sus actos. Unos opinan que ésa es su naturaleza, que les gusta mucho el sexo opuesto; otros opinan que “se les hizo fácil”, otros aunque nos sorprenda dicen no saber el por qué lo hacen.
Cabe señalar que yo no estoy de acuerdo con ninguna de esas, pero tampoco las juzgo.
Yo creo que el problema más importante de la infidelidad es el egoísmo e individualidad con la que actuamos. Si nos detuviéramos a pensar que basándonos en una relación donde existen igualdades de circunstancias y derechos. Los miembros de la pareja tienen el mismo derecho de hacer o de actuar, y que, si uno hace una cosa, el otro tiene el mismo derecho de hacer lo mismo. Yo considero que muchos se pensarían dos veces antes de cometer una infidelidad. Bien dice el dicho “no hagas a los demás lo que no te gustaría que te hagan”.
Poniendo en pausa un poco esta última reflexión, vamos “desmenuzando” el tema de la infidelidad. A mi parecer, existen 3 tipos de infidelidades (ninguna justificable, insisto).
1. La infidelidad casual (mejor conocida como el one night stand).-que consiste básicamente en un acto cometido bajo los efectos de algún estupefaciente. Sucede sin darte cuenta y sin pensarlo mucho.
2. La infidelidad premeditada.- que como bien lo dice su nombre, es algo que planeas con tiempo con toda la alevosía y ventaja.
3. La infidelidad prolongada.- que es cuando se cae en tener una relación emocional y/o meramente sexual con otra persona al mismo tiempo que con tu pareja.
Teniendo claras estas clasificaciones, ahora te pregunto… perdonarías una infidelidad? Seguramente me contestarías “depende de cual de las 3 sea”. Y qué me contestarías si te digo que eso no importa? Que sea cual sea la infidelidad, la naturaleza es la misma. Existe una TRAICION a la confianza, a la fe que la otra persona te tiene. Ahora, también te pregunto, una vez que hayas perdonado una infidelidad porque tu argumento es que se quieren y que se aman como locos y que harán lo posible por salvar su relación. Qué te da la seguridad de que esto volverá a suceder? De verdad puedes recuperar toda la confianza que le tenías? Meterías las manos al fuego de que no lo hará? Esto me recordó una frase, creo que la escuché en el programa de Friends “Once a cheater, always a cheater”.
Creo que una vez que la infidelidad entra en una pareja, se vuelve como en un cáncer para los dos, ya que para el que la cometió, si tiene un poco de conciencia o vergüenza, le costará muchísimo perdonarse dicha falta, o también existen los casos en los que les importa un pepino y hasta juzgan de “verdugos exagerados” a sus parejas. Por el otro lado, al que le toca el rol de ser el engañado esta situación se vuelve en un fantasma recurrente, a algo al que se le teme de una manera inexplicable.
La infidelidad vista desde una persona “traicionada” es un golpe durísimo y no solamente a la confianza, ésta afecta a la autoestima, a la fe, a la comunicación, a TODO! Un millón de dudas rondan por la cabeza, día y noche… tengo la culpa? Qué me faltó? Ella o el le gusta más que yo? Ya no me quiere? Ya no le gusto? Ya no le atraigo? Y muchísimas preguntas más. Es muy común el querer asumir parte o la totalidad de la culpa de dicha infidelidad. Pero, que creen? Sea como sea que ésta haya ocurrido, el único responsable de la misma es el infiel.
Por qué? Ok, aquí va mi punto de vista. En la vida, abundan oportunidades para ser infiel, obvio, se siente padre que alguien más te hable bonito o de reconocimiento a cosas que a lo mejor tu pareja ya no nota. Pero, consideras que esto justifica para cometer cierto acto? Es aquí cuando hago referencia a mi comentario anterior del egoísmo e individualidad. Es súper fácil actuar excusándote en “tus necesidades” pero… y las de tu pareja? Vale la pena causarle dicho daño?
La infidelidad es una traición, si, por supuesto que sí! Pero no solamente para nuestra pareja, sino a nosotros mismos.
Debo aclarar que esto sólo es mi punto de vista, ya es muy respetable las decisiones que tomes en tu vida y sobre todo, espero de todo corazón que las hagas responsablemente.
Saludos!
Dar confianza es una prueba de valentía; ser fiel, una señal de fuerza.
(Marie Von Ebner-Eschenbach)